martes, 22 de diciembre de 2009

luz


Llevaba mucho tiempo caminando en la oscuridad. No veía nada, apenas unos metros delante de sí. Se había acostumbrado a vivir así y no se quejaba, no intentaba cambiar nada porque no sabía que había cosas que se pudieran cambiar.
Un día decidió coger otro camino. No lo decidió ella; se dejó llevar. Pensaba que iba a llegar a un sitio, pero llegó a otro totalmente diferente. Traspasó la puerta y allí había una persona esperándola. Ella no lo sabía, pero se alegró. Esta persona le miró con cara rara; también esperaba a alguien diferente.
Estuvo allí varios días y por esa puerta entró mucha más gente que traía su pequeña luz para ayudarle a que viera mejor. Vino un duende que le regaló una bengala; unas princesas que le tocaron con su varita en la punta de la nariz; un marinero solitario que le alumbró con la luz pequeña de su barca; unas niñas que le sacaban de la mano cuando hacía sol; una perra que le invitaba a nadar con ella; un viajero vividor que le llevó a lugares maravillosos; un tipo enfurruñado que retrataba soles como estrellas; otro más alegre que le regalaba canciones sin conocerla... pero la que le quitó la venda de verdad fue la que se sentaba con ella a ver amanecer.
A todos gracias y feliz año nuevo.