jueves, 22 de octubre de 2009

jazz

Abre la puerta y se queda parado un momento  mirando alrededor. Deja con cuidado las llaves encima de una mesita y se dirige hacia el salón, desde donde sale una música muy suave de jazz. Está en penumbra, apenas hay una lamparita encendida al lado del mueble bar. Con gesto cansado se afloja la corbata y toma la botella de cristal tallado de whisky. Se sirve un vaso con un hielo y poco licor. Con el vaso en la mano se sienta en el sofá, saca la pitillera y se enciende un cigarrillo rubio con el mechero. La primera calada es larga y la disfruta, examinando su entorno. Se apoya en el sofá atento a la música suave mientras mueve el licor dentro del vaso.

A los pocos minutos se oye abrir la puerta. Entra una mujer y se miran con sorpresa. Ella deja las llaves encima de la mesita, al lado de las del hombre. Avanza hacia el sofá y se sienta con él. Le coge un cigarro y se lo enciende con naturalidad. Se miran en silencio. La música sigue sonando.
Él se levanta y le tiende una mano. Ella se la coge y se incorpora. Empiezan a bailar muy juntos y muy lentos. Él le coge por la cintura. Ella apoya su cabeza en su hombro. Y así abrazados bailan, no hablan, no se miran, sólo se sienten.

Él se despierta de repente. Le ha entrado un fuerte dolor en el cuello. Descubre que se ha quedado dormido en el sofá. Tiene frío, todavía está con el traje puesto, todo arrugado. En el aparato de música el disco gira sin parar, la aguja levantada hace un ruido rítmico. Está sólo. Mira alrededor y ve que las otras llaves han desaparecido. Se pregunta si fue real o sólo un sueño. Entonces se fija mejor y ve una colilla en el cenicero manchada de carmín.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sueño o realidad?,realidad o sueño?
que es mejor?

trexa dijo...

me gusta pensar en pequeños sueños dentro de la realidad

Anónimo dijo...

tu haces que los sueños , se conviertan en realidad cuando escribes. En unas horas sera asi. La ficcion se convertira en realidad. Cb , se reunira con la chica ,la chica con cb

Anónimo dijo...

Por fin se encontraron. Se miraban y a la vez se preguntaban con los ojos. Él dijo que era como se la imaginaba. Ella que era más bajo y más delgado. Por un momento cerró los ojos y escuchó su voz. Y entonces le reconoció.

Anónimo dijo...

a veces es mejor no desvelar el misterio