lunes, 19 de enero de 2009
un té verde
Me tomo un té verde en el jardín, sobre una mesa de teka gastada por el sol y la lluvia. Aquí debe llover bastante, la hierba es muy verde y los árboles frondosos.
Es una tarde soleada de sábado de invierno, bien abrigada se está muy bien al sol. Se oye una música lejana de gaitas y voces, Lola dormita bajo la mesa.
El té sabe muy rico, tiene azúcar de esa que parece hecha de pequeñas rocas traslúcidas. Está turbio y caliente, es un regalo, un claro en el bosque de las preocupaciones, de crisis y trabajos que no llegan a salir.
Ahora lo único que pienso es en lo rico que está este té y en la suerte que tengo por este regalo.
Nada más.
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5 comentarios:
ha llegado a mis oidos que pronto podremos compartir un té verde con vistas al atlántico...que bien!
un besito
Qué bien, sí!a ver si esta vez es de verdad... Ya tengo los billetes comprados :)
Creo que cae Carnaval, te sueles disfrazar??
Un besito.
pues últimamente no suelo, pero todo depende de como se tercie la cosa...
Es que me compré un vestido muy Bauhaus y pensé que nos podíamos disfrazar de algo...
a ver si es verdad que nos disfrazamos y le damos un poquito de nivel al cutre-carnaval de aquí.
vente ya!!
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