miércoles, 27 de mayo de 2009

las ciudades invisibles

Olabeaga, frente a Zorrozaurre

"Así el viajero ve al llegar dos ciudades, una directa sobre el lago y una de reflejo invertida. No existe o sucede algo en una Valdrada que la otra Valdrada no repita, porque la ciudad fue construida de manera que cada unos de sus puntos se reflejara en su espejo, y la Valdrada del agua, abajo, contiene no sólo todas las canaladuras y relieves de las fachadas que se elevan sobre el lago, sino también el interior de las habitaciones con sus cielos rasos y sus pavimentos, las perspectivas de sus corredores, los espejos de sus armarios.

Los habitantes de Valdrada saben que todos sus actos son a la vez ese acto y su imagen especular que posee la especial dignidad de las imágenes, y esta conciencia les veda abandonarse por un solo instante al azar y al olvido. Cuando los amantes mudan de posición los cuerpos desnudos piel contra piel buscando como ponerse para sacar más placer el uno del otro, cuando los asesinos empujan el cuchillo en las venas negras del cuello y cuanta más sangre coagulada sale a borbotones más hunden el filo que resbala entre los tendones, incluso entonces no es tanto el acoplarse o el matarse lo que importa, como el acoplarse o matarse en las imágenes límpidas y frías en el espejo.

El espejo ya acrecienta el valor de las cosas, ya lo niega. No todo lo que parece valer fuera del espejo resiste cuando se refleja. Las dos ciudades gemelas no son iguales, porque nada de lo que existe o sucede en Valdrada es simétrico: a cada rostro y gesto responden desde el espejo un rostro o gesto invertidos punto por punto. Las dos Valdradas viven la una para la otra, mirándose a los ojos de continuo, pero no se aman."


Las ciudades invisibles. Italo Calvino

Bilbao, esta mañana, a la altura del Museo Marítimo. La grúa Karola, el puente y el palacio Euskalduna.

5 comentarios:

derrotero dijo...

recuerdo las prácticas de geometría de la escuela. recuerdo las de geometría especular, casi siempre con casas de los "five architects", en cuyas piscinas debíamos reflejar punto por punto lo que desde la perspectiva dada y el ángulo lo que sucedía en la fachada real. siempre estuve tentado de añadir en el reflejo un fragmento del futuro, pero nunca el tiempo en el presente era suficiente.

Olalla dijo...

[marco polo describe un puente, piedra por piedra.

-¿pero cuál es la piedra que sostiene el puente? -pregunta kublai kan.

-el puente no está sostenido por esta piedra o por aquélla -respondio marco- , sino por la línea del arco que ellas forman.

kublai permanece silencioso, reflexionando. después añade:
-¿por qu é me hablas de las piedras? lo único que me importa es el arco.

polo responde:
-sin piedras no hay arco.]

Olalla dijo...

me despisté, el texto anterior tb pertenece a las ciudades invisibles de calvino.

trexa dijo...

Me encantó el libro. Me lo regaló un buen amigo que entonces vivía en Santiago. Yo le esperaba sentada en las escaleras de la plaza de la Quintana, se sentó junto a mi y me lo dio, dedicado.
Gracias, tosta mista.

Olalla dijo...

un buen lugar, las escaleras de la quintana; te sientas, observas, respiras, escuchas las campanas, compartes, hablas, esperas, lees... o sencillamente, estás.
sólo es piedra pero permite la vida.