miércoles, 16 de septiembre de 2009

una canción

Estamos pasando la tarde juntos, las niñas, las madres, las tías, los primos. Fuera hay mucho jaleo; son fiestas, suena música allí arriba, en el portal, la gente baja ya ronca de tanto cantar y hablar; cuando pasa la vaca se oyen los pasos de los corredores, los silbidos, los grititos de las mujeres.
Pero dentro se está muy bien. Nos sentamos en los sillones y en los sofás, las niñas juegan. Saco el Ipod y se lo doy a Pablo, le digo que escuche la canción. Se pone los auriculares y se queda sentado.
Las niñas quieren merendar, vamos a la parte de la cocina; una quiere chocolate, kulaka, siempre quiere kulaka, la otra plátano, queso o helado de leche, yo lo  chupo y tú lo muerdes, tata, es lo que hacen, una lo chupa y otra lo muerde. Y siempre están juntas aunque a veces discutiendo por lo mismo, que sí, que no, pero es un hermosos cuadro, siempre es hermoso ver cómo se dan besos, cómo se quieren y se echan de menos cuando no están juntas, lo que aprenden la una de la otra.
Y Pablo sigue escuchando la canción, y se levanta y se acerca a nosotras, y dice él que la vida es como una película, y lo que necesitamos es una canción que haga de banda sonora. Y le miro y le sonrío, porque parece que no se da cuenta de nada, y luego sube a ese escenario y coge el saxofón y saca mariposas de él y cuando no tiene que tocar se da la vuelta y se enciende un cigarrillo y me encanta.

(foto sacada de Flickr)

1 comentario:

pirsinia dijo...

Me acuerdo perfectamente. Lo de la banda sonora me gustó. Y lo de "tu muerdes y yo chupo, tata" ya queda para la historia de la familia.

Besitos