miércoles, 1 de octubre de 2008

mi barrio


En mi barrio viven personas de muchos colores. Creo que están todos los del mundo, también los idiomas y las religiones. Por la calle huele a París y Londres, a té verde y fritangas, a incienso y a cloaca. La gente viste como quiere. Los hombres llevan faldas y alguna vez he visto mujeres que no llevan nada.
Hay una acera donde están las chicas paradas, de pie, como esperando. Se pasan allí todo el día, haga calor o llueva. Esperan y mientras, fuman y alcahuetean y se ríen. Hay algunas muy guapas, otras son como abuelas, con su bolso de la reina-de-inglaterra. Si eres chico y pasas a su lado te dicen cosas, como ¡guapo!. Si eres chica, te miran de arriba abajo torciendo el morro. Los viernes la calle está a tope. Hay muchos hombres mayores bien vestidos, como de domingo y con la cartera abultada. Ellas se ponen muy contentas, porque no van a tener que esperar mucho.
En este barrio vive gente muy maja. A cruzarnos por la calle me sonríen, y si no les miro, pegan con los nudillos al cristal para saludarme, y eso que no les conozco. Una señora un día entró hasta dentro, me enderezó la espalda y me dijo que me cuidara, que estaba muy encorvada, con lo joven que eres, ponte derecha!

Por la calle pasan hacia la escuela muchos niños, también de colores. Unos llevan 27 coletitas en la cabeza de pelo muy rizado, otros llevan el pelo muy largo en una trenza gorda. Los hay también que tienen el pelo engominado y muy denso y negro. Estos hablan como cantando y alborotan mucho.

Hay una tienda de ultramarinos. La tendera es una jevi con tatuajes en las pantorrillas que escucha y canta copla española a voz en grito. Es una señora peculiar, de las de antes. Tiene un cuaderno sin tapas y con las hojas manchadas de grasa donde apunta lo que le deben. Hace las cuentas con llevadas y cuando pesa el queso, creo que pone un poco el dedo gordo para que pese más. Conoce la vida del barrio entero, y si no sabe algo, lo pregunta.
Yo estoy al final de la calle, en la esquina. Suele haber una perra grande que no muerde a la puerta. Si pasas por mi barrio, tócame el cristal o entra a saludarme.

4 comentarios:

Julia dijo...

sigo con fiebre, aburrida, aburridísima! Hasta le he dado la vuelta a la cama para cambiar mi perspectiva de la habitación. Ya no sé ni qué hacer...
Y pensar que mis padres están allá...! Eso sí que no valeee!
un besito

trexa dijo...

Se acaban de marchar. Yo pensé que estabas en la uni! Qué pena, a ver cuando haces una visita a mi barrio.
Eso de cambiar la cama está muy bien. Yo a veces lo hago, lo que mejor me va es con la cabeza dirigida al norte.

Cuídate, anda, a ver si se te va ya esa fiebre.

Un beso.

pirsinia dijo...

Me gusta tu barrio, sobre todo porque estás tú en él...

Besitos!!

trexa dijo...

Qué maja! Y a mí me gustas tú.

Un beso.