jueves, 18 de septiembre de 2008

la niña con nombre de isla


Se llama así porque su madre veía esa isla nada más levantarse todos los veranos, y también por otras cosas que nunca me ha contado. Es una niña que en vez de mirar acaricia con los ojos. Tiene una piel muy blanca y fina, el pelo un poco rizado por las puntas y un flequillo natural.
Es muy valiente. Nada más nacer le pusieron una prueba muy difícil de salvar: tenía que dar un trocito de su cuerpo. Ella es muy generosa y lo da todo, y lo dió. De esa prueba le queda una cicatriz que cuando la veo me parece un adorno hecho con perlas en el medio de su tripa.
A ella le gusta mucho bailar, pero mucho mucho. Si no está bailando, anda de un lado a otro, cantando y dando palmas. Hace poco se fue al otro lado del mundo para ver cómo bailaban por allí y se ha hecho un montón de amigos.
Aplaude cuando algo le gusta; aplaude con las manos, con la yema de los dedos y con los dedos juntos también. Dice algunas palabras a su manera, se hace entender muy bien. A veces mira con una arruga entre los ojos, que es como una interrogación. Quiere mucho a la gente que le rodea y les aprieta muy fuerte con los ojos cerrados.
A veces la cojo y la siento en mis piernas. Me encanta leerle cuentos, y le huelo el pelo y le doy besos como metralletas y también le aprieto. Ella se cansa y me deja sentada, yo sonriendo y sintiendome feliz.

2 comentarios:

pirsinia dijo...

Gracias. Me ha encantado. Y cuando ella lo pueda leer, seguro que también. Pero todo lo que te pueda decir entonces ya te lo dice cada vez que te ve.

Besitos

trexa dijo...

Sí que me lo dice la bitxito. Ya tengo ganas de veros.
Un beso.